sábado, 21 de febrero de 2009

ETA y el narcoterrorismo

En el siglo XIV llegan a Italia, procedentes de España, los “gamurri” o camorristas, los malhechores españoles que huyen ante la represión de los distintos Reinos cristianos.

Los miembros de la Camorra se autodenominan “Sistema”. Hay quién dice que es una copia mala de la Mafia, pero lo cierto es que nunca colaborarían con el Gobierno de ningún Estado italiano, salvo muy raras excepciones, a diferencia de la Mafia siciliana. Una de esas veces fue con Garibaldi para expulsar a los Borbones de Italia y eso que anteriormente esta dinastía les consideraba aliados en su lucha contra los liberales hasta que éstos les convencieron para que se rebelaran contra la monarquía y una vez aceptaron, los liberales intentaron controlar a tan impetuosa amiga derivándola hacia labores de seguridad ciudadana.

La Bella Societá Riformata, como la denominaban sus miembros continuó avanzando de mano de los liberales hasta que el Gobierno cambió su planteamiento de las mafias, logrando que varios de sus miembros se marcharan a los Estados Unidos, creando la poderosa mafia ítalo-estadounidense.

Mussolini acabaría prácticamente con ellos pero otros autores sostienen que actuó como un camorrista más acabando solo con algunos jefes de clanes para dejar a los otros con los que hacía negocios.

Hoy en día son una de las formas de delincuencia organizada más poderosas del Mundo y sus asesinatos superan a los de todos los grupos terroristas juntos, incluso se sabe de cierta conexión con la organización ETA lo que pudiera indicar que la banda de origen vasco es desde hace tiempo una mafia más, no un grupo terrorista; de hecho, en Nápoles, los camorristas consideran a los etarras, hermanos mafiosos de España.

Formada por los estratos más bajos de la sociedad al resultar, con una adecuada preparación, más violentos, la Camorra aprovecha la desestabilización en algunos Países para poder traficar con armas y drogas con menos problemas que si el País estuviera bien y contara por lo tanto con unas buenas Fuerzas de Seguridad. Pudiéramos entablar ya una diferencia entre el terrorismo y la delincuencia organizada: el primero tiene entre sus objetivos desestablizar a la sociedad para con ello captar adeptos descontentos con la situación en la que se encuentran mientras que la delincuencia organizada se aprovecha de esa desestabilización creada por el terrorismo o cualquier otra circunstancia (un conflicto civil, una crisis económica, un golpe de Estado, etc.) para hacer más negocio a costa de la desesperación de los ciudadanos. La semejanza ente ambos fenómenos delictivos sería que los dos crean pánico en la población, utilizan el miedo para permanecer fuertes y granjearse el respeto de grupos rivales.

Lo cierto es que tanto terroristas como mafiosos, hoy en día, con la globalización, están más unidos que nunca habiendo derivado los antiguos grupos terroristas de los años 70 que aún perduran como ETA y otros en verdaderas mafias, como lo son también las FARC de Colombia con su lucrativo negocio de droga. Ya no hay motivos para combatir por unos ideales románticos como la lucha contra una dictadura o fines parecidos por lo que se impone explotar otros recursos tal y como lo ha hecho el IRA en Irlanda que en contra de lo que se cree aún existe pero como delincuencia organizada.

Las familias camorristas carecen de estructura jerárquica como la Mafia de Sicilia.; sencillamente hay una serie de clanes no vinculados, en principio. En 1970, Raffaele Cutolo intentó unirlos pero lo que provocó fue una guerra entre las viejas familias y las nuevas, con el saldo de 400 muertos en tan solo un año. Lo volvió a intentar Carmine Alfieri, diez años después, igualmente sin éxito.Actualmente hay 235 familias enfrentadas entre sí muchas de ellas, causando 139 muertes en una guerra entre los dos clanes en 2004.

La media de asesinatos a manos de la Camorra es de 200 personas anuales llegando a la escalofriante cifra de 3.600 muertes en 2008 desde la creación del “Sistema”, como se autodenominan los camorristas. Esa cifra refleja la gravedad de la existencia de una organización como la Camorra, con más asesinatos que todos los grupos terroristas del Mundo juntos.

Uno de los mercados más jugosos para la Camorra ha sido el inmobiliario español pero con la crisis actual se ha enfriado algo, como le ha ocurrido también a la mafia rusa, la otra perjudicada. De hecho es sabido que los italianos llaman a la Costa del Sol “Costa Nostra” pero la verdad es que rivalizan con los rusos y los colombianos en inversiones inmobiliarias, tráfico de drogas y armas. Por lo general se respetan mutuamente y procuran no meterse en lo que estén haciendo los otros. y no hay territorios definidos, solo partes del negocio de tal manera que las distintas mafias pueden ser accionistas de la misma empresa sin que ello suponga una guerra entre ellas; actúan como empresas multinacionales. Con esas inversiones inmobiliarias lavan el dinero ilegal y gracias a esas propiedades establecen bases, bien de apoyo, bien para dirigir sus negocios ya que en España la mafia ha procurado no hacerse notar demasiado para poder utilizar el País como refugio de los perseguidos en Italia y Estados Unidos. Sin embargo, el nueve de agosto de 2008 fue detenido en España Patrizio Bosti, jefe de una de las familias más importantes de la Camorra, los Contini, un clan relativamente nuevo, enfrentado a las familias más veteranas de Nápoles, las cuales se unieron para combatir precisamente a los Contini y demás clanes que surgieron después del cisma provocado por Rafaelle Cutolo al intentar crear una gran familia camorrista que compitiera de tú a tú con la mafia siciliana. Su vida en Gerona, donde se le detuvo, estaba rodeada de lujo y boato. A sus 49 años se encontraba en búsqueda y captura desde hacía tres años y su ansia de riquezas le hizo cometer el error de exponerse demasiado hasta que fue identificado pues las policías italiana y española trabajan coco con codo en este aspecto a sabiendas en Italia de que España es el refugio de los mafiosos. Con esta detención, la Alianza de Secondigliano, los clanes camorristas surgidos de la desmembración de otros más veteranos, estaba muy tocado pues anteriormente se detuvo, en 2007, a Edoardo Contini, el principal jefe y a otros jefes de sendos clanes, Vicenzo Licciardi y Francesco Mallardo. También en agosto pasado se detuvo en Marbella nada menos que a Pasquale Mazzarella, hijo del jefe del clan Mazzarella, quienes prácticamente habían monopolizado el tráfico de hachís en el sureste de España como ha demostrado la Guardia Civil, Cuerpo de Seguridad español que realiza una magnífica labor contra el crimen organizado, sin desestimar el trabajo del Cuerpo Nacional de Policía pero debemos entender que las rutas del hachís pasan por playas por donde entran las embarcaciones procedentes de Marruecos con la droga, caminos rurales por donde se transporta y ciudades pequeñas desde donde se distribuye, todo ello demarcación de la Guardia Civil (como ocurre en Italia con el Cuerpo hermano de la Guardia Civil española, los carabinieri italianos, ambos tienen la misma naturaleza militar).

El CNP (Cuerpo Nacional de Policía) se encuentra en capitales de Provincias y ciudades más pobladas, siempre en casco urbano; aún así, su labor contra el tráfico de drogas es muy importante igualmente. En la memoria tenemos aún, por poner un ejemplo tan solo, la detención, en Barcelona, de Santafede por el CNP, para lo que recurrieron a los GEO, su unidad de élite ante la peligrosidad del camorrista en cuestión, quién vivía en un lujoso piso de 200 metros cuadrados.Los Mazzarella tenían siete inmuebles y 60 vehículos como parte de su red logística en Marbella, su centro neurálgico. Los “empleados” de la red eran marroquíes encargados de traer la droga desde su País, eludir la vigilancia aduanera marroquí y a veces también española (ahí están las operaciones policiales anticorrupción tanto en Marruecos como en España, concretamente en Ceuta, Melilla, Algeciras y La Línea de la Concepción) y transportar la droga en buenos vehículos hacia Italia aunque esta última tarea se solía dejar en manos de los camorristas para pasar así más desapercibidos. Es frecuente la utilización de inmigrantes irregulares magrebíes que necesitan dinero al encontrarse desempleados y sin documentación; les resultan muy económicos a la Camorra. Habían montado una empresa de alquiler de vehículos que eran utilizados por narcotraficantes tanto marroquíes como europeos; los conductores carecían de antecedentes por razones obvias: si eran detenidos en un control policial rutinario no levantarían sospechas. En el Registro Mercantil el nombre que figuraba al frente de la empresa era el de una mujer detenida en Nápoles por narcotráfico. Según el escritor Roberto Saviano, amenazado de muerte por la Camorra al sacar a la luz todos sus negocios fuera de Italia, la familia Nuvoletta, que cuenta con un importante respaldo de la mafia siciliana, ha invertido mucho dinero en la Isla de Tenerife donde fue detenido recientemente el capo de la Camorra “Orlando”. La familia más influyente de la Camorra son los “Cazalessi”, participando la policía española en la Operación “Spartacus”, el mayor golpe que se la ha dado a la Camorra hasta el momento, con cien detenidos. Los Cazalessi mueven un montante de negocios legales e ilegales estimado en 30.000 millones de euros anuales. Su jefe es el escurridizo Antonio Iovine. La DEA norteamericana y la fiscalía antimafia italiana calculan que las tres familias mafiosas más importantes de Italia mueven la tercera parte del negocio mundial del tráfico de drogas. Se sabe que la delincuencia organizada facilita armas a los grupos terroristas y éstos a cambio les pagan con droga o protegen los envíos de cocaína a su paso por Países como España, puerta de Europa de esta sustancia.

Sin lugar a dudas, ETA está implicada en este negocio hasta la cabeza. No se entendería lo contrario. La mayoría de los analistas siguen separando a los grupos terroristas de la delincuencia organizada pero las pruebas a favor de la provechosa relación entre unos y otros son cada vez más contundentes como el interrogatorio efectuado por la policía italiana a Raffaele S. del clan “Genovese” en el que confesó que ETA les pagaba con droga los lanzamisiles y explosivos que La Camorra les conseguía, lo que desmonta el argumento etarra de que luchan contra el tráfico de drogas porque corrompe a la juventud vasca.

Se sabe igualmente de contactos entre ETA y las FARC, de donde probablemente obtengan la cocaína con la que pagan las armas y explosivos que la Camorra les proporciona a través de exmilitares checos, según Raffaele S., lo que nos indica que ETA es hoy en día una mafia, no un grupo terrorista y que de vez en cuando comete un atentado para aparentar que siguen teniendo convicciones independentistas, digamos para parecer que aún luchan por una causa, cuando realmente solo miran por sus propios intereses lucrativos lo que quedó demostrado también con la detención de Emilio Arrizabalaga Ruiz de Azúa, del comando Bellotxia y socio del conocido narcotraficante “Don Carlos”, quién se encargaba de lavar dinero procedente de los narcos colombianos quién aparecía como titular de empresas inmobiliarias en el Campo de Gibraltar. Existen otros antecedentes como la detención en La Haya, en 1984, de tres activistas de ETA con una gran cantidad de heroína que iban a canjear por armas (después ETA solo ha comerciado con cocaína o hachís). Cuatro años después, la Policía francesa detiene al narcotraficante Michel Dulucq en compañía del etarra Manuel Paz González. Cuando se detuvo a la miembro de ETA María Isabel Urdangarín, se le incautaron 91 kgs. de cannabis y no olvidemos a José Luis Folgueras y el cargamento con el que fue detenido en Jaén de 150 kgs. de cocaína. Habría que preguntarse si los traficantes de droga que ETA decía haber eliminado fueron para que no corrompieran a la juventud vasca o para quitarse competencia.

A la violencia habitual de la Camorra se une como problema añadido las guerras entre clanes rivales como la que enfrentó a los “Graziano” y a los “Cava”, donde los segundos quedaron prácticamente destruidos. Otra familia especialmente preocupante son los “Valentino”. El futuro del terrorismo es convertirse en delincuencia organizada, si no se ha convertido ya. No sabemos que es peor puesto que el pastel que se reparten no es tan grande. El conflicto entre las diferentes familias y grupos terroristas está servido, o eso o una gran alianza del mal con la que sea casi imposible luchar. Corresponde a los Cuerpos de Seguridad eliminar una y otra posibilidad porque de lo contrario las sociedades occidentales corren un serio riesgo de acabar desestabilizadas totalmente.

Adolfo Estévez

Director del CIIST-Europa


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